“Bajo el Cielo Protector”

Lo sublime es una categoría estética, que consiste fundamentalmente en una belleza extrema, capaz de arrebatar al espectador a un éxtasis más allá de su racionalidad o incluso de provocar dolor por ser imposible de asimilar. Existen algunos caminos distintos para alcanzar lo sublime, entre ellos están los “grandes pensamientos” y las “emociones fuertes”, en la obra de Serioshka Hellmund encontramos el sentimiento más completo de lo sublime, la inmensidad de la extensión o duración del universo, en el placer por el conocimiento del observador de su propia insignificancia y de su unidad perfecta con la naturaleza. A veces la unidad total se consigue paradójicamente, con una perfecta estabilidad, mostrando cielo y nubes como dos aspectos paralelos de la misma sustancia, como dos mitades iguales del espacio vacío.

Esta expresión sublime de Serioshka se tiñe de azul y habla de ella y de su evolución, evoca momentos de paz, silencio y hasta soledad. A través del color de su pintura nos habla de la experiencia de la espiritualidad y el orden, nos da cuenta de lo poco amenazador que es y quien lo percibe valora mucho la lealtad y la honestidad.
Si fuera posible descubrir el misterio de la fascinación por el azul, Serioshka en su obra lo acomodaría en un visible lugar entre la materia y la nada, el azul es el color de la inmaterialidad. El viajero como Serioshka que parte sin destino, viaja en el azul, lo que escapa de la materia. A sus ojos el azul tiene un efecto especial, es una energía y su pureza más elevada es también una nada encantadora.

A través del tiempo el azul ha protagonizado un papel importante en el arte, este color como la obra de Serioshka tiene justamente en los tonos más profundos, un efecto más intenso, más intimo. Cuanto más profundo es el color, más llama al ser humano hacia el infinito despertando en él todo lo que es puro y espiritual. Es el color del cielo, espacio proyectado para las fantasías.

Durante el día el cielo es azul, mientras que de noche es negro, esta observación tan trivial nos indica que el cielo no brilla por sí solo y que de alguna manera su color está relacionado con la presencia del Sol. La luz que vemos llegar de todos los lados en los cielos de la obra de Serioshka viene de un brillo que nace de su interior y que habla de un remanso en evolución.
 

Ma. Teresa Pinelo Nava Requesens 
 

Serioshka Hellmund
Nace en la ciudad de México en 1968, donde reside actualmente. Comienza formalmente sus estudios de las Artes Visuales en Florencia, Italia. Estudia después, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en México.
De los 21 a los 24 años de edad visita los 5 continentes viajando de manera constante, intercalando los viajes con cursos en Italia. Incursiona en el muralismo en 1998 con el mural “La Pasión” actualmente expuesto en el Museo del Cerro de la Estrella en Iztapalapa, Ciudad de México. Participa en dos proyectos culturales patrocinados por el FONCA* en la Sierra de Oaxaca. Asiste a cursos en el CNA**, en la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica y en Barcelona, España. Durante 11 años ha tomando cursos especializados en Florencia, Italia a cargo de Rose Shakinovsky y Claire Gavronsky.
Ha participado en múltiples exposiciones colectivas en México y el extranjero y cuenta con varias exposiciones individuales.

*Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
** Centro Nacional de las Artes.

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